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El terrible testimonio de una mujer que sobrevivió al ataque de un oso

  • Jueves 11 de noviembre de 2021
  • 12:45 hrs

Nastassja Martin fue atacada por un oso cuando se encontraba en Siberia y casi queda al borde de la muerte.

La joven antropóloga francesa de 35 años especializada en las poblaciones nativas del Gran Norte, podría ser digna de un libreto cinematográfico. Sobrevivió al ataque feroz de un oso. A partir de ello, su vida dio un giro radical y cuenta como fue esa experiencia traumática que le cambio la vida.

Martin tenía 29 años cuando decidió aventurarse a una zona mas extrema que las comunidades indígenas de Alaska, así que fue hacia una región de Kamchatka, en los confines de Siberia.

Durante el viaje la antropóloga jamás pensó que se podría enfrentar a la muerte cuando fue atacada salvajemente por un oso. “Es difícil de describir” dijo la experta, “me mordió la cara, es horrible. Eres una presa para un depredador. Produce un efecto muy raro”.

El oso que atacó a Martin probablemente hubiese devorado a su victima si ella no se hubiese defendido con el piolet que uso para golpear la cabeza de la feroz bestia. “Yo nunca perdí la conciencia, ni mientras tenia la cabeza entre los dientes del animal y me mordía la cara: veía el interior de su boca, lo sentía todo, su aliento cargado; pensaba que moriría, pero no pasó”.

La bestia le saco un trozo de mandíbula y tres dientes, además le rompió un hueso cigomático derecho, causándole grandes heridas en el rostro y la cabeza, además de otra herida en la pierna.

La traumática experiencia que vivió Natassja le inspiro a crear un libro, donde revela su experiencia y analiza la relación de seres humanos y animales. El libro se llama “Creer en las fieras”.

Un helicóptero ruso fue a rescatarla, “por suerte llevaba teléfono, y pude pedir ayuda”, relató la antropología, quien dijo que pudo soportar el dolor en la cara, el que describió como “un dolor curiosamente soportable” diciendo que “hay algo en el cerebro que apaga parte del dolor cuando es demasiado intenso”, añadió la mujer.

Hoy en día ya no le quedan grandes cicatrices, solo en la mandíbula se ven un poco, pero ella indica que “aunque fue muy aparatoso al principio, luego el cuerpo se recupera”.