Click acá para ir directamente al contenido

Campamentos en Chile alcanzan cifra récord en 29 años: más de 120 mil familias viven en asentamientos

  • Martes 29 de abril de 2025
  • 12:40 hrs

El último catastro nacional de campamentos 2024-2025, elaborado por TECHO-Chile, reveló un preocupante aumento en la cantidad de familias que viven en asentamientos informales en el país.
Actualmente, 120.584 familias habitan en 1.428 campamentos, la cifra más alta registrada desde 1996, reflejando un incremento del 10,6% respecto al período anterior.

¿Qué refleja el nuevo informe de TECHO-Chile?

El catastro confirma que los campamentos son el único componente del déficit habitacional que sigue creciendo, a diferencia de otros factores como el hacinamiento, allegamiento o deterioro de viviendas.

Aunque el ritmo de expansión de nuevos asentamientos se desaceleró respecto a años anteriores —pasando de un 33,1% a un 10,6%—, los expertos advierten que esta "falsa calma" no representa una mejora real. De hecho, 6.697 nuevas familias han ingresado a campamentos desde el último informe.

¿Por qué sigue aumentando la cantidad de campamentos?

Según el reporte, el crecimiento actual no se debe a crisis excepcionales, como la pandemia o el estallido social, sino a causas estructurales del déficit habitacional: falta de soluciones habitacionales adecuadas, bajo acceso a terrenos urbanizados y altos costos de arriendo.

Además, solo un 4% de los campamentos cuenta con un proyecto habitacional colectivo en ejecución, lo que revela un fuerte desajuste entre las capacidades de la política pública y las necesidades reales de las comunidades.

Amenazas de desalojo y falta de soluciones

Un dato alarmante es que 229 campamentos se encuentran actualmente bajo amenaza de desalojo, afectando potencialmente a más de 43.500 familias. Sin soluciones de vivienda definitivas o temporales adecuadas, muchos desplazados terminan viviendo de allegados, en otros campamentos o en situación de calle.

El informe advierte que los desalojos, lejos de resolver el déficit habitacional, lo redistribuyen y agravan, generando una "cifra negra" de precarización habitacional no capturada por las estadísticas oficiales.