Tener 50 años o más debería significar plenitud y la oportunidad de nuevas vivencias, pero las erradas concepciones sobre el envejecimiento pueden muchas veces generar limitantes y adversos escenarios. Pensar y abordar la salud mental en este grupo etario es un elemento primordial y en el que queda mucho camino por recorrer.

Las personas de 50 y más años pasan por diferentes trastornos de salud mental: los más frecuentes están vinculados a  trastornos de ansiedad y depresión, esta última afecta casi al 7% de este grupo etario, según explicó Carla Mendoza, psicóloga coordinadora de la Unidad Clínica del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Talca.

Una depresión en personas de 50 y más se causa por diversos motivos y determinantes psicosociales. “Puede ser desde quedar sin trabajo o encontrar que el trabajo no le produce el placer que le producía antes, por situaciones familiares como separaciones o el nido vacío porque los hijos ya se fueron y están a lo mejor en otras ciudades. Todas estas situaciones pueden ser gatillantes para una posible depresión”, explica la especialista.

¿Y cómo nos damos cuenta?

Hay diversos síntomas que al perpetuarse en el tiempo pueden significar una depresión.“El mayor síntoma que se prolonga en el tiempo es un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día y tiene una marcada disminución del interés que los psicólogos le llamamos anhedonia, que todas las cosas le causaban placer por ejemplo jugar fútbol ver un partido, salir a tomar café con las amigas, eso ya ahora no le genera placer, y disminuye el interés”, detalla. 

También hay otros síntomas de alerta como el aumento o pérdida significativa de peso, problemas de insomnio o de hipersomnia, fatigas y pérdidas de energía, sentirse inútiles o con alguna culpabilidad, disminución de la capacidad para concentrarse y surgimiento de pensamientos complejos, por ejemplo el pensamiento recurrente de no querer seguir viviendo.

“Si estos síntomas permanecen por más de dos semanas y tenemos más de cinco de estos síntomas estamos frente a una depresión. Hay que estar alertas si los síntomas se prolongan en el tiempo, cuando el sufrimiento es intenso , cuando hay complicaciones asociadas por ejemplo a conductas suicidas o cuando las afecciones son en diferentes áreas, no solo personales sino también en el área social, laboral, etc. Entonces ahí hay que encender las alarmas y buscar ayuda profesional”, detalla la experta.

Buscar ayuda profesional, tal cómo si tuvieras una enfermedad física 

Muchas personas de 50 años y más, tienen estigmas frente a la atención psicológica y son renuentes a visitar un especialista. Considerando este escenario el gran desafío es psicoeducar. “Mostrarle que finalmente la salud mental es igual que la salud física, que una persona por ejemplo tenga un trastorno de ansiedad necesita un tratamiento psicológico y psiquiátrico a lo mejor con una farmacología asociada”, agrega Mendoza.

Como ejemplo que ayuda a romper las barreras, la especialista explica que, “Si yo me encuentro con una depresión, al igual que me encontrara con una hipertensión, esta me va a invalidar en varias áreas de mi vida. Por eso es tan importante buscar ayuda profesional. Como la hipertensión que es una enfermedad crónica con la cúal la persona va a tener que vivir, en el caso de la salud mental también hay enfermedades que pueden ser crónicas y por lo tanto hay que tener un tratamiento adecuado para que esa persona pueda tener una mejor calidad de vida”, agrega.

Hábitos favorables para la salud mental 

Como sugerencias para una mejor calidad de vida, la especialista recomienda una serie de hábitos a personas de 50 años y más que pueden favorecer a su salud mental.

-Mantener una rutina establece que tenga ciertos horarios es importante no mover tantos las rutinas. Ejemplo: horarios de alimentación y rutinas de sueños.

-Planificar tareas. Por ejemplo, voy a planificar mi semana con una agenda con el celular, con mi agenda de correo electrónico etc.

-Incorporar actividades que lo ayuden a disfrutar o relajarse y estas tienen que ver con algo más subjetivo. Pero hablamos de actividades como leer, escribir, salir con amigos.

-Mantener el contacto con su red de confianza,esto incluye tanto a las familias, como a los amigos. Si o si son factores protectores. El no estar solo es un factor protector, ayuda a reducir la ansiedad, la sensación de soledad y aburrimiento. Hoy en día en la pandemia  también se sugiere mucho las videollamadas.  

Alerta con el alzheimer

Una de las enfermedades de salud mental que mayor preocupación genera actualmente es el alzheimer.Si bien generalmente se detecta en personas mayores de 60 años, en los últimos años  también aparece en edades más tempranas, según explicó la especialista.

Hasta ahora, el alzheimer no tiene cura pero si existe un examen que detecta el alzheimer hasta 10 años antes que se desarrolle con solo una muestra de sangre y esa tecnología ya se encuentra en Chile.

“La detección precoz sirve para prevenir el deterioro cognitivo del paciente, optimizar la salud física, el bienestar y también proporcionar apoyo a los cuidadores. Esta tecnología está basada en un biomarcador molecular que permite identificar una proteína que está en el cerebro que alerta si existe o no en el paciente un deterioro cognitivo”, detalló.

Desafío en políticas públicas 

La Organización Mundial de la Salud estima que entre 2015 y 2050, el porcentaje de personas mayores casi se duplicará, pasando del 12% al 22%, un escenario que hace urgente la implementación de políticas públicas.

“Hoy en día estamos bastante al debe en cuanto a políticas de salud mental para nuestros adultos mayores. No existe una política integral que vincule todas las áreas que necesitan las personas mayores (...) está super sectorizado y segmentado y para una persona mayor es súper complejo ir como parte por parte buscando los beneficios”, comenta. 

Si bien reconoce que hay políticas públicas importantes como centros diurnos o viviendas tuteladas se hace necesario un programa más integral. “La invitación es hacer un programa unitario que una todos estos programas y que una el tema del derecho a la vivienda, la salud y la protección social y que esto genera algo sinergio que las personas a lo mejor tengan que inscribirse una vez y esto le de acceso a otros beneficios”, explica.

Igualmente, otro aspecto importante de cara al envejecimiento y la salud mental es aumentar la cantidad de prestaciones de salud mental para los adultos mayores en el GES, pues actualmente solo considera el alzheimer “eso deja bastante la debe y nuestros adultos mayores quedan muchas veces sin acceso oportuno”, concluye.