Diabéticos: La importancia de mantener cuidados odontológicos y en los pies
- Viernes 12 de noviembre de 2021
- 15:42 hrs
- Autor: Claudio Zurita Gutiérrez
En el marco del mes de la diabetes, tres expertos de la Universidad de Talca explicaron las consecuencias que puede generar la enfermedad y cómo evitarla.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta al 10 por ciento de la población en Chile, la cual “se genera cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando, el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina que produce”, según información del Ministerio de Salud.
El próximo domingo 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, por lo que Diarios en Red conversó con expertos de la Universidad de Talca, quienes explicaron los principales cuidados odontológicos y en los pies que deben seguir las personas con esta enfermedad para evitar complicaciones.
Salud bucal
La doctora María José Muñoz Cifuentes, cirujano dentista, especialista en Periodoncia e Implantología, en conjunto con el doctor en Odontología, Ramiro Castro Barahona, también cirujano dentista y magíster en Ciencias Biomédicas, ambos del Centro para el Envejecimiento Activo de la Universidad de Talca explicaron más sobre los tratamientos.
"Los pacientes diabéticos mal controlados son más susceptibles a presentar periodontitis, pérdida ósea y pérdida dentaria. Mientras que en el caso de la enfermedad de caries, una dieta desbalanceada y con alta frecuencia y cantidad de azúcares consumidos de forma diaria, aumenta el riesgo de presentar lesiones de caries. Es necesario indicar que, en las personas mayores, las lesiones de caries, son la principal causa de pérdida de dientes”, explican.
Al ser consultados sobre la existencia de una mayor posibilidad de pérdidas dentales en pacientes con esta enfermedad crónica, los doctores indican que sí.
“La diabetes mal controlada provoca complicaciones crónicas sistémicas que alteran la flora bacteriana de la boca, la cicatrización y la respuesta del sistema inmunológico frente a infecciones. Frente a una enfermedad como la periodontitis, el cuerpo no es capaz de contrarrestar este ataque bacteriano causado por la placa y además, el cuerpo responde de manera exagerada generando daño en los tejidos que soportan al diente (hueso y encía), con baja capacidad de generar cicatrización. Esto lleva a la pérdida de dientes, pero siempre está relacionado con el control de la Diabetes y también con el tratamiento periodontal oportuno” añaden.
Mientras que advierten del riesgo sobre una extracción de una pieza en un paciente diabético descompensado, debido a que “podría generar una Infección localizada, la que podría complicarse y afectar a nivel general el estado del paciente. Además, existe una alteración de la cicatrización post extracción”.
Otro factor que se repite en las personas diabéticas son las infecciones en las encías, por lo que Muñoz y Castro explican que “el riesgo aumenta, ya que ambas enfermedades tienen una relación bidireccional. Es decir, la enfermedad periodontal puede ser considerada una complicación de la diabetes, ya que esta enfermedad modula o modifica la periodontitis”.
Y añaden que: “La enfermedad periodontal no tratada puede conllevar a un mal control de la glicemia. Es una asociación establecida con una plausibilidad biológica clara y el tratamiento combinado que apunte a controlar ambas enfermedades será el más efectivo”.
Los pacientes que tienen esta enfermedad deben ser extremadamente cuidadosos con su higiene dental y también con su alimentación, por lo que ambos profesionales indican que “el tratamiento debe ser oportuno, enfocado principalmente a modificar hábitos de higiene, dieta y estilo de vida. Debe implementarse un tratamiento causal de la enfermedad periodontal, tratamiento de lesiones de caries y establecimiento de un régimen de mantenimiento periódico”.
De igual forma dicen que el diagnóstico oportuno de la diabetes y el tratamiento de ella es fundamental.
“En un alto porcentaje de los casos, el diagnóstico de diabetes comienza en la atención dental, ya que los pacientes desconocen estar cursando esta enfermedad y presentan signos evidentes”, revelan.
“Es importante mencionar que en pocas ocasiones los médicos tratantes derivan a los pacientes a tratamiento dental luego de realizar el diagnóstico de diabetes. Es por esto que necesitamos mantener un vínculo más estrecho entre médicos y odontólogos, de manera de que la atención en estos casos pueda ser cada vez más oportuna. Además, sigue siendo fundamental la educación y promoción de la salud hacía la población general, haciendo hincapié en el autoexamen y autocuidado para que las personas acudan a consultar a tiempo. Esta simple conducta, siempre mejorará el pronóstico del curso de estas enfermedades”, añaden.
Pie diabético
María Inés Ramírez enfermera docente de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Talca habló con Diarios en Red sobre los principales cuidados que debe tener un paciente diabético en sus pies para evitar heridas que puede terminar hasta con la amputación de ellos.
Ella aclara que el término pie diabético es una alteración dentro de la enfermedad que significa “herida o alguna alteración en el pie del paciente”, esto quiere decir que “el diabético no necesariamente va a tener un pie diabético, esto puede comenzar por deformación, eso hace que producto del calzado que utilice, vaya a hacer una pequeña herida, pero ya el término viene desde el momento desde que hay una deformación o de que haya una leve coloración enrojecida”, explicó.
“Hay muchos cuidados, el primero es que los pacientes deben ir a sus controles, con esto es mucho más fácil detectar una lesión en el pie o una alteración posible o futura por la diabetes. Lo ideal es que siempre usen un calzado adecuado, que sea holgado y que no tenga muchas costuras por dentro. Existen algunos especiales para pacientes, que son bastante costosos, pero hay otros comunes y corrientes que pueden adaptarse bien”, resalta.
Sobre este mismo tema, Ramírez recomienda adquirir un calzado en la tarde, en desmedro de la mañana, porque “en la mañana recién nos levantamos, hay menos edemas, que es la hinchazón y eso va a hacer que va a partir con el pie ‘flaquito’ pero en la tarde va a estar a estar más hinchado y el calzado le va a apretar”.
Otro cuidado importante es mirarse diariamente los pies con un espejo “observarlos por arriba, por abajo, entremedio de los dedos, las uñas, si aparece cualquier lesión o un cambio de coloración tienen que consultar al tiro en un centro de atención primaria (…) de esa manera se empieza a captar ese paciente, dejarlo en observación porque muchas veces las amputaciones son porque consultaron muy tarde, cuando la herida está muy avanzada y producto de la mala circulación que tienen hace que la cicatrización sea más lenta”.
Además, advierte que el uso de guateros en los pies está prohibido para los pacientes diabéticos por el “acumulo de glucemia o de azúcar en la sangre hace que se empiecen a lastimar las terminaciones nerviosas (…) ellos no van a sentir cuando se queman los pies”.
Ante esto, se recomienda utilizar un calienta camas en invierno, una calceta u otra forma de calefacción que no esté en contacto directo con la piel. De igual forma evitar andar descalzo debido a que se podría producir alguna herida.
La estadística dice que la condición de pie diabético sobreviene cuando pasan alrededor de los ocho años de la diabetes mal cuidada, cuando empieza a haber “neuropatía, disminución de la sensibilidad y todas las alteraciones características”, aseguró.
Las consecuencias que pueden derivar de un pie diabético mal cuidado son drásticas, “la más triste es la amputación, porque si hay un pie diabético que parte chiquitito, con curaciones y con buen control metabólico vuelve y puede recuperarse y tener un pie dentro de lo más normal posible. Pero cuando consultan muy tarde, generalmente termina en amputación, puede ser de un dedo, dos dedos, el pie completo o incluso de la rodilla hacia abajo”, explica.
“También hay algunos que pueden incluso fallecer cuando se niegan a la amputación y eso puede llevar a una infección mayor que lleva a una septicemia”, añadió.
Ramírez indica que cualquier persona puede sufrir de esto, sin embargo, se hace mucho más frecuente en pacientes de sobre 35 años y la estadística más alta de complicaciones es sobre los 45 años.