Usuarios de conocido gimnasio acusan cobros indebidos por parte del recinto

Hace unas semanas los fundadores y usuarios de algunos gimnasios se mostraban contentos de que las autoridades les permitiera funcionar con algunas restricciones, pero la complicada situación producto de la pandemia por el Covid-19 les obligó nuevamente a cerrar sus puertas.

Mariano Garrido es usuario del gimnasio Smart Fit en Talca, ubicado en el segundo piso del supermercado Líder de la 8 oriente, pero lejos de disfrutar la apertura de puertas del establecimiento, denunció que a él y a otras personas les han estado cobrando indebidamente servicios que el establecimiento no está otorgando.

Acusa que cuando la comuna avanzó de fase y pudieron abrir sus puertas, el gimnasio se sumó a ello pero solo durante una semana, situación de la que tampoco se enteró porque los canales de comunicación oficiales no funcionaron.

A pesar de que él no asistió durante esa semana, el cobro en la tarjeta de crédito vino de todas formas, e incluso aumentó, situación que tampoco se explica. Lo difícil de este caso, es que a pesar de que él ha tratado de contactarse con el gimnasio por todos los medios posibles, no recibe respuestas.

“El gimnasio no está funcionando desde que comenzó la pandemia, y cuando lograron abrir unos días, en que no asistimos, porque no nos enteramos de su apertura, empezaron a cobrar inmediatamente e incluso más de lo que correspondía. A mi me cobraron la anualidad de $15.990 más $4.091 que no tengo ni idea de qué es”, señaló el usuario.

A través de las redes sociales del recinto, Diarios en Red pudo cerciorarse de que se trata de una situación que está ocurriendo a nivel nacional. Los usuarios critican la comunicación ineficiente y el caso omiso de cerrar sus cuentas. 

Manuel García de Puerto Montt, por ejemplo, había congelado el contrato con el gimnasio, pero una vez que abrieron sus puertas, y sin ocupar las instalaciones, ellos se lo volvieron a activar y le cobraron  más de $8 mil. A Alejandro Morales en Santiago en tanto, le vino un cobro de $16 mil por esa semana que abrieron sus puertas. Lo mismo ha ocurrido en ciudades como Chillán, donde los usuarios tampoco han recibido respuestas.

Por esa razón el diario se contactó vía mail con Smart Fit para que dieran su versión de los hechos o entregaran una explicación oficial, y esto fue lo que nos respondieron:

Lamentamos lo que nos comentas respecto a las denuncias que han recibido ya que nuestra misión es entregar un servicio de calidad. Te contamos que los cobros tienen relación con la reapertura de los gimnasios y la prestación efectiva de los servicios contratados por nuestros alumnos. Lamentablemente debido a la prohibición de funcionamiento nos vimos en la obligación de cerrar nuestras puertas nuevamente.

La mensualidad del mes de apertura si bien fue cobrada, le informamos a todos nuestros alumnos que en su próxima mensualidad (una vez abierta la sede) se vería reflejado el descuento proporcional por los días que el gimnasio no estuvo operativo, como también que todos los planes fueron congelados automáticamente, tal como ocurrió durante casi todo el año 2020.