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A un año del primer caso de Covid-19 en Chile

¿Cómo afrontó la red de salud del Maule el primer año de la pandemia?

  • Martes 2 de marzo de 2021
  • 15:46 hrs
  • Autor: Wendy Lucena

El Maule ha detectado -desde hace una año atrás y hasta la fecha - 43.555 casos de Covid-19, de los cuales 41.062 son catalogados como recuperados y otros 1.633 están en etapa activa del virus. La cifra de decesos alcanza los 857 casos.

Hace exactamente un año atrás, la tarde del 03 de marzo del 2020, se dio a conocer el primer caso de coronavirus en Chile, detectado precisamente en la región del Maule. Si bien las noticias del coronavirus empezaban a ser más frecuentes en todo el mundo y se esperaba su llegada al país, realmente a muchos sorprendió el anuncio.

El Hospital de Talca fue el centro de la noticia nacional ese día. Hasta el lugar llegó el ministro de Salud de la fecha, Jaime Mañalich y el entonces subsecretario de Redes Asistenciales Arturo Zúñiga, quienes junto al exdirector del recinto Alfredo Donoso, la seremi de Salud, Marlenne Durán y el doctor Luis Jaime, director del Servicio de Salud del Maule confirmaron el primer caso.

Las dudas e interrogantes sobre el virus, su contagio, expansión y control eran muchas, y desde entonces fueron varias las medidas y protocolos que se aplicaron paulatinamente en pro de frenar los contagios.

El Dr. Luis Jaime, médico pediatra egresado de la Universidad Concepción, había asumido hace poco más de tres meses como director del Servicio de Salud Maule, y fue el encargado de liderar los protocolos en la red de salud y la incorporación de equipos para afrontar la pandemia. 

Hoy al cumplirse un año de la llegada del virus al país, Diarios en Red conversó con el galeno sobre los cambios y retos que afrontó la salud pública de la región en los últimos meses y el gran desafío venidero. 

- ¿Cómo recuerda el 03 de marzo del 2020?. En detalle, ¿Cómo le  notificaron a usted sobre el primer caso de coronavirus, qué acciones o medidas tomaron internamente antes de hacerlo público?


Ese día recuerdo que estábamos en terreno del Hospital de Linares, cuando me llamó el Subsecretario de Redes Asistenciales de ese entonces, Arturo Zúñiga, diciéndome con voz muy serena que venía en camino a la Región del Maule junto al Ministro Jaime Mañalich, ya que se había confirmado el primer caso de COVID y que el paciente era de la Región del Maule. Mi primera reacción fue “¡no puede ser, tan rápido!”. Apenas colgué el teléfono me comuniqué con mi equipo directivo y con los directivos del hospital de Talca. 

Teníamos que activar todos los protocolos que habíamos ensayado durante el verano con simulacros en caso de tener un primer paciente COVID y fue gracias a esa preparación que pudimos desplegar los equipos de salud a tiempo y en forma correcta. Eso sí, había mucha expectación y nerviosismo porque muchas personas creían que se iban a contagiar. Realmente fue complejo y agotador para todos los equipos que se encontraban en la primera línea de atención. No solo por ellos, sino que por el temor a contagiar también a sus familias.

 - ¿Cuáles fueron los protocolos y cambios que se realizaron ese día en el Hospital de Talca?

El Hospital Regional de Talca (HRT) comenzó a prepararse tempranamente para enfrentar la amenaza que suponía la pandemia producida por el SARS Cov-2. Durante febrero del 2020, la Unidad de Prevención y Control de Infecciones (UPCI) del HRT elaboró una norma de manejo para el coronavirus, siguiendo los lineamientos emanados por el Ministerio de Salud, en relación a todas las medidas requeridas para la prevención y contención del virus. 

Esta norma estableció flujos de ingreso y traslado para pacientes sospechosos y confirmados, además de salas de hospitalización definidas para estos pacientes. La Unidad de Prevención y Control de Infecciones del hospital se encargó de supervisar todo caso sospechoso, para reforzar la aplicación de la norma, así como actualizarla según las indicaciones del Ministerio de Salud y las sugerencias de las sociedades científicas.

Desde el punto de vista del recurso humano, durante febrero también se realizaron capacitaciones con énfasis en la postura y retiro de los Elementos de Protección Personal (EPP) inicialmente dirigidas a los servicios que debían manejar pacientes COVID y posteriormente a la comunidad hospitalaria en general. Además, se facilitó al personal de primera línea vestimenta exclusiva para evitar la exposición de sus uniformes personales.

Desde el punto de vista operacional, también desde febrero se estableció un protocolo de traslado interno, donde se designó un ascensor exclusivo para el traslado de pacientes COVID que requirieran hospitalización, se coordinó con control centralizado y guardias de seguridad el monitoreo de la ruta recorrida por el contagiado, bloqueando así las áreas de tránsito y cierre de mamparas. Adicionalmente, se preparó un equipo de aseo para la sanitización de ascensor y pasillos por donde se trasladarían los contagiados y sospechosos, además de la creación de una cuadrilla exclusiva para sanitizar las áreas con las que tuvo contacto el contagiado.

Como establecimiento, a finales de febrero ya contábamos con algunos pacientes sospechosos de Covid-19, razón por la cual la serie de protocolos y medidas antes mencionadas ya se encontraban en plena ejecución, por lo que cuando se confirmó el primer paciente el 3 de marzo, nuestro hospital ya se encontraba preparado para hacer frente al manejo del paciente.

- ¿Estaba la Red de Salud del Maule preparada para una pandemia?

La red de salud se había preparado para enfrentar una pandemia, ya que la llegada del virus a nuestro país era inminente. Tanto en la atención pre hospitalaria y hospitalaria habíamos dispuesto estrictos protocolos para el manejo de pacientes. Nuestros equipos de salud se habían preparado para ello y estaban entrenados para enfrentar esta situación. Pero para lo que no estábamos preparados era el temor y la desconfianza de algunas personas que trataban de manera hostil a los trabajadores de la salud por el hecho de tratar a pacientes con Covid-19. Hubo momentos en que abiertamente se nos discriminó.

Sin embargo, quiero destacar y agradecer el compromiso de cada uno de los funcionarios de la salud por haber estado en sus puestos de trabajo durante todo el año 2020. Fue un año complejo y agotador que transformó nuestras vidas.  

- A casi un año del primer caso, ¿cómo y en qué ha cambiado la red de Salud, en cuanto a inversión, personal, protocolos, etc.?, ¿cómo se encontraba en ese entonces?

Como red de salud nos preparamos desde enero 2020 para enfrentar posibles casos. Trabajamos protocolos de atención y reforzamos la capacitación de personal del SAMU y las unidades críticas, incluso realizamos simulacros para ver cómo se comportaba el sistema y los flujos de derivación ante la llegada de un paciente con Covid-19.  

Otra de las medidas que implementamos en forma gradual fue la expansión de camas; diferenciar las urgencias hospitalarias y potenciar la hospitalización domiciliaria. Todas estas medidas fueron acompañadas de la complejización de camas en la medida que iban llegando más ventiladores mecánicos y cánulas de alto flujo, las cuales permitirían entregar asistencia respiratoria en caso de producirse un excesivo aumento de casos en la UCI. Triplicamos la disponibilidad de camas UCI en la red de salud del Maule.

Debo destacar la colaboración permanente que nos entregó el Ejército de Chile, que ayudó desde el primer momento al igual que la Universidad Autónoma, SEREMI de Salud y el Gobierno Regional que apoyaron la adquisición de equipamientos para nuestros hospitales.

- A su juicio, ¿cómo ha sido el manejo de la pandemia en la región?, ¿cuáles son los mayores desafíos y deficiencias que han tenido?, ¿que destacan? Para usted como doctor y funcionario público, ¿qué lección le ha dejado esta pandemia, respecto al funcionamiento de la salud en el país?

Sin lugar a dudas lo más destacado es el compromiso de las personas y el trabajo que realizaron en forma permanente desde el primer día. El año 2020 estuvo lleno de aprendizajes y experiencias, ya que nunca antes nos habíamos enfrentado a una pandemia. 

Esta situación nos puso a prueba a todos quienes integramos el sector salud. Muchas veces tuvimos temor, cansancio, preocupación por la familia y a pesar de todo seguimos trabajando en forma continua. Nunca se interrumpió la atención y fuimos capaces de adaptar nuestros recintos para responder a la comunidad. Sin duda hubo que suspender todas las cirugías que estaban programadas, por razones obvias, pero toda la atención de urgencia siguió brindándose como corresponde al igual que algunas intervenciones que eran impostergables. Creo que esto es lo más destacable en todo este tiempo: la atención de salud que se brindó en forma permanente a nuestra comunidad gracias a la dedicación y esfuerzo de nuestros trabajadores.

La red pública de salud respondió pese a la enorme tensión que se produjo sobre ella. Sin embargo, creo que debemos seguir profundizando el trabajo y la asociatividad público privada que nos permitió complementar la atención cuando había mucha demanda sobre nuestros establecimientos. La acción coordinada, y en conjunto que se realizó con otros organismos públicos y privados, nos permitió entregar cobertura a quienes fueran diagnosticados con el virus. Sin duda que la estrategia del Plan Paso a Paso nos ha permitido establecer un ordenamiento claro acerca de todo lo que se debe y no debe hacer para protegernos.

- Considerando la realidad de la región, ¿cómo ha sido el manejo de la pandemia en la ruralidad?

La Atención Primaria de Salud ha sido un actor relevante en todo este proceso, ya que dada la necesidad de garantizar el tratamiento a la población en todos los rincones de la región y a la dificultad que existía en los hospitales de la red para recibir usuarios, se debió buscar nuevas formas de atención que minimizaran los riesgos de contraer el virus. Como existía un temor en la población para acudir a los hospitales, ya que creían que se podían contagiar el virus en las salas de espera o en la urgencia, las consultas bajaron casi un 50% en comparación a igual periodo del 2019. 

Si las personas no estaban acudiendo a los centros de salud, nosotros debíamos ir hasta sus domicilios para realizar los controles, y eso hicimos con los equipos de hospitalización domiciliaria que armamos para enfrentar la pandemia. Con los equipos de rehabilitación rural y clínica dental, dispensamos fármacos en los hogares para cumplir con el distanciamiento físico y evitar aglomeraciones en los hospitales.

- Han sido muchas las medidas aplicadas, desde desinfección de calles, tomas de PCR, cuarentenas, residencias sanitarias, ¿creen que han sido aplicadas a tiempo, y qué eficiencia han tenido?

La respuesta a la pandemia se ha dado desde diversos ámbitos y no solo desde el sector salud. Estamos en presencia de una transformación en la forma de vivir, que implica adoptar medidas de prevención sanitaria para protegernos en todo momento. 

El Plan Paso a Paso se refiere a un proceso gradual en el que se imponen o levantan restricciones sobre las personas, comunidades y las actividades que desarrollan en el contexto de la pandemia. Es por ello que la desinfección de calles, toma de PCR, búsqueda activa de casos y todas las medidas adoptadas obedecen a una respuesta integral para contener el avance del coronavirus. 

Y en el plano de la atención de quienes se contagian con el virus, se ha dispuesto de un aumento en el número de camas UCI y ventiladores mecánicos además de cánulas de alto flujo. Todo esto permitió estar mejor preparado para enfrentar los casos más graves y, es por ello, que en ningún momento tuvimos déficit de camas o alguien se haya quedado sin atención por falta de camas. Al contrario, como red recibimos 42 pacientes desde Santiago, los cuales fueron trasladados por vía terrestre o aérea para ser internados en nuestros hospitales. El esfuerzo que hicimos como país dio resultado gracias al compromiso de miles de personas, de las cuales estamos orgullosos y agradecidos. 

Ahora nos encontramos abocados a vacunar a la población y ya hemos superado los 3 millones de personas en todo Chile y en nuestra región más de 190 mil personas a la fecha. Sin duda ha sido un proceso que se ha llevado a cabo con mucho entusiasmo por nuestra comunidad que está acudiendo al llamado de vacunarse para protegerse del COVID.

- Sobre los fallecidos por Covid-19 en la región se informa muy poco, ¿qué puede decir respecto a la alta cifra de decesos?

Antes que todo quiero aclarar que siempre entregamos toda la información que se nos solicita. Lo que no se puede informar es la identidad de los fallecidos, porque así está estipulado en la Ley de Deberes y Derechos de las Personas en Salud.  

En cuanto a las personas fallecidas por Covid, durante 2020 en el país hubo un incremento considerable en los meses de mayo, junio y julio, respecto a lo observado en el último quinquenio. Lo anterior se debió fundamentalmente a las defunciones por COVID 19. Sin embargo, en la Región del Maule, el año pasado no se observó el aumento de mortalidad registrado en el país durante el periodo invernal. Sin embargo, a partir del mes de octubre, en el Maule se registra un aumento del número de defunciones totales respecto al quinquenio anterior por causas no Covid.

    - ¿Qué expectativas tiene sobre el proceso de vacunación en la región y para que fecha podríamos hablar de una “inmunidad de rebaño”?

    El proceso de vacunación es bastante complejo y se está llevando a cabo con 2 tipos de vacunas. Si se ha logrado llevar con éxito, se debe al compromiso demostrado por el personal de salud. La inmunidad de rebaño se alcanzará probablemente en junio, cuando tengamos el 80% de la población objetivo vacunada con la segunda dosis.

    - ¿Cree que la Red de Salud ha descuidado la atención de otras patologías?, ¿cuáles y por qué?, ¿qué se podría mejorar?

    Debo aclarar que no hemos descuidado el trabajo que se realiza en la red asistencial. Nuestra principal función es asegurar y mantener la continuidad de la atención pase lo que pase, en cualquier contexto de catástrofe y/o Pandemia. Lo que sí ha sucedido, es que priorizamos la atención enfocadas en disponer de servicios de urgencias reforzados y aumentando la capacidad de camas críticas de la red. Redefinimos funciones y se suspendieron actividades electivas por razones de fuerza mayor, pero de a poco hemos retomado las prestaciones presenciales y las actividades quirúrgicas electivas. También hemos incorporado la telemedicina con singular éxito y resultados.

    Una vez controlada la pandemia ¿cómo proyecta usted el futuro de la atención y servicios de la Red de Salud del Maule?, ¿qué se podría mejorar?, ¿cómo enfrentará la Red de Salud el reagendamiento de atenciones y listas de espera?, ¿hay coordinaciones con la Red Privada?

    Ya nos encontramos retomando algunas listas de espera y diseñando una estrategia para aumentar la respuesta y resolución diaria de listas de esperas de un año normal. Por ejemplo, ya estamos fortaleciendo algunos hospitales de mediana complejidad con equipamiento, recurso humano y médicos especialistas para descongestionar los grandes centros y resolver las listas de espera, que por razones obvias, han aumentado. También se explora trabajar con el sector privado, pero eso no será una determinación local, sino más bien un lineamiento del nivel central, pues involucra recursos de todos los chilenos.