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Entrevista

El desafío por acortar las brechas de acceso a las áreas verdes en el Maule

  • Miércoles 26 de mayo de 2021
  • 15:06 hrs
Imagen de la plaza que actualmente existe en el conjunto habitacional Mi Casa y que recuperaremos junto a los vecinos y vecinas este año. (Gentileza Fundación Mi Parque)

Imagen de la plaza que actualmente existe en el conjunto habitacional Mi Casa y que recuperaremos junto a los vecinos y vecinas este año. (Gentileza Fundación Mi Parque)

El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano ha propuesto un estándar de calidad de 10 m2 de áreas verdes de uso público por habitante. En el Maule solo una comuna cumple con este estándar.

Contar con un espacio disponible para caminar, encontrarse con otros o tan solo respirar “aire fresco” pareciera posible para cualquiera persona, pero no es así, en el país existe una importante brecha de acceso a las áreas verdes, un escenario desigual que se vio acentuada en tiempos de confinamiento por la pandemia del Covid-19.

Tal realidad es abordada desde hace años por Fundación Mi Parque, una organización que busca romper con esta brecha con la construcción de áreas verdes que permitan el encuentro de las comunidades y el fortalecimiento de los territorios.

Como parte de sus proyectos, Fundación Mi Parque actualmente desarrolla un trabajo junto a la comunidad del sector Faustino González de Talca, para la construcción participativa de un área verde en el interior del Conjunto Habitacional Mi Casa. Esta iniciativa es posible gracias al  concurso Refresca Tu Barrio de Cachantún, y según la fundación, deja en evidencia la importancia de la articulación con las empresas locales para avanzar en el desarrollo de áreas verdes en la región.

Diarios en Red conversó con Juan Ignacio Díaz, director ejecutivo de Fundación Mi Parque, sobre los desafíos vinculados a superar las brechas en el acceso a las áreas verdes en la región del Maule y la importancia de estas en el bienestar de las personas.

- ¿Cómo evalúa la disposición y acceso a áreas verdes en sectores vulnerables del país?, ¿cuál es la realidad en la región del Maule?

Chile es un país con importantes brechas de acceso a áreas verdes, y la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de contar con estos espacios, especialmente en los barrios más vulnerables. Durante los primeros meses de la pandemia vimos cómo algunas comunas pudieron adaptar sus plazas y parques para recibir a la ciudadanía, mientras que en sectores con mayores índices de vulnerabilidad y con escasez de áreas verdes, se han tenido que adecuar espacios poco seguros para implementar estrategias comunitarias -como las ollas comunes, por ejemplo-, o bien, recorrer grandes distancias para poder disfrutar de la apertura de parques. Por ende, hay una necesidad que viene de años anteriores, pero que hoy es urgente respecto a la disponibilidad y acceso a estos espacios. 

El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano ha propuesto un estándar de calidad de 10 m2 de áreas verdes de uso público por habitante. Sin embargo, en un estudio realizado por el INE (2019), donde se evaluaron 117 comunas, solo el 15% logra cumplir ese estándar de m2 por habitante a nivel nacional. A lo cual hay que sumar que en algunas comunas de Chile hay que recorrer grandes distancias para aprovechar los beneficios de las áreas verdes. 

En el caso de la región del Maule, solamente una comuna evaluada cumple el estándar, que es Romeral con 10,5 m2 por habitante, luego está Curicó bajo el estándar con  8, 22 m2, Talca con 7,15 m2 y Linares solo con 4,24 m2. La disponibilidad de áreas verdes no es equitativa, y lo anterior, no contempla una variable muy importante, que es la distancia. En el caso de la comuna de Constitución, las personas tienen que recorrer una distancia promedio mayor a 600 metros para llegar a plaza públicas, cuando el estándar propuesto es de 400 metros. 

Como Fundación Mi Parque, llevamos más de diez años en la región disminuyendo estas brechas a través de un modelo de diseño, construcción y activación participativa de áreas verdes. En total, hemos realizado 11 proyectos gracias al financiamiento de empresas locales y la articulación con los municipios. Si bien equivale a la recuperación de 14 mil m2 de áreas verdes en la región, la brecha de acceso y disponibilidad especialmente en los barrios más vulnerables continúa siendo alta.

- ¿Por qué es importante mejorar el acceso a parques, plazas y otras áreas verdes a todas las personas?

En nuestros 12 años de experiencia, hemos entendido que las áreas verdes son claves para la mejora de los entornos de las personas. Plazas y parques entregan grandes beneficios a la vida urbana. Estos en general los dividimos en beneficios sociales y beneficios medioambientales.

En términos medioambientales, las áreas verdes urbanas proveen de importantes beneficios a los habitantes de las ciudades, ya sea colaborando con la regulación de la temperatura o el material particulado contaminante, así como también conservando  la biodiversidad urbana en el caso de las plazas de barrio. 

Por otro lado,  en cuanto a los beneficios sociales, las áreas verdes, en sus distintas formas, cumplen un rol social clave. Son un lugar de reunión, integración y encuentro entre vecinos y vecinas, generando un sentido de comunidad en todas sus escalas, lo que se traduce en espacios más cuidados, seguros y con un tejido social más fortalecido. Por otra parte, son espacios para el ocio, la recreación y el deporte, por eso se las asocia como factor preventivo de enfermedades coronarias, obesidad, depresión y otras problemáticas asociadas a la vida sedentaria y al estrés de la vida urbana. Además, muchas veces, las plazas y parques son los únicos espacios de contacto con la naturaleza y sus múltiples beneficios. Hoy más que nunca, muchos de estos beneficios toman una relevancia tremenda, por el hecho de estar en cuarentena encerrados en nuestras casas con un impacto directo en nuestra salud y las relaciones con otros.

- ¿Cómo cree que ha ayudado a las personas tener acceso a áreas verdes en estos tiempos de confinamiento por pandemia?

Uno de los tantos aprendizajes que nos ha dejado la pandemia, tiene que ver con el valor del aire libre y del encuentro con otros. Las áreas verdes y los espacios al aire libre, como plazas y parques, se han transformado en grandes aliados frente a la pandemia. Son lugares que, dada la baja probabilidad de contagio, permiten encontrarnos con otros y otras de forma segura. También, permiten el contacto con la naturaleza y hacer actividades al aire libre que son claves para la salud física y mental que ha sido impactada fuertemente por el encierro en los periodos de cuarentena. Una buena calidad de vida está determinada entre otras cosas por todo estos factores. Hoy plazas y parques nos dan esa ventana en el encierro.

Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud han insistido en la necesidad de generar condiciones para mantener los espacios ventilados con el objetivo de frenar los contagios del Covid-19. Esta es una de las medidas esenciales para cuidarnos y cuidar a los demás. Potenciar un enfoque que genere espacios y actividades al aire libre producirá beneficios en la salud de las personas, incluso más allá de la pandemia, por ende, las áreas verdes, son también una oportunidad para apoyar la recuperación post pandemia de muchas actividades que serán más seguras de realizar al aire libre. 

- Hablando desde una realidad sin pandemia o “nueva normalidad” ¿cómo contribuyen las plazas, parques y áreas verdes en el desarrollo comercial, cultural y local de las comunidades?

Desde que el ser humano se asentó en comunidades, los espacios destinados a la reunión y encuentro en el espacio público han cumplido un rol fundamental en las distintas actividades humanas, ya sea favoreciendo el comercio local, el desarrollo de la cultura, la educación, e incluso apoyando la salud que hoy en día toma más relevancia que nunca. 

En nuestro trabajo en la Fundación Mi Parque, vemos que cuando las comunidades recuperan plazas o parques que no estaban utilizados, en poco tiempo estos se transforman en recipientes de actividades culturales que dan identidad a la comunidad o se utilizan para el desarrollo de ferias de emprendedores locales, eventos deportivos a escala barrial e incluso apoyar el desarrollo turístico en zonas rurales.   

También trabajamos en las áreas verdes o patios de  escuelas y jardines, ya que entendemos que los patios de los colegios pueden ser un gran apoyo para el regreso a actividades educativas presenciales de las comunidades, que pueden apoyar directamente los procesos de desarrollo físico y social de los niños y niñas. 

- Hay muchas plazas, parques, y áreas verdes que son focos de violencia, droga o que apenas se oculta el sol son intransitables. ¿Cómo evalúa esta realidad?, ¿Cree que pueda transformarse esta realidad?, ¿cómo?.

Uno de los problemas que nos encontramos de forma recurrente cuando empezamos a trabajar con las comunidades en la recuperación de sus áreas verdes, es la sensación de sus vecinos y vecinas de que sus plazas son inseguras. Lo que hemos aprendido con el tiempo es que los parques y plazas se transforman en lugares seguros en la medida que son apropiados y utilizados por la comunidad de forma permanente. 

El año 2015, J-Pal de la Universidad Católica, evalúo el uso de las plazas construidas por Mi Parque, en relación a plazas similares que no habían sido construidas con nuestra metodología de trabajo participativo, y los resultados en la sensación de seguridad de las comunidades fueron muy positivos. Lo interesante ahí es profundizar en qué diferencia a las plazas de Mi Parque de otras plazas, creemos que eso radica principalmente en el componente participativo que tenemos al diseñar los espacios que se van a recuperar, eso hace que los vecinos y vecinas se apropien de su plaza, se comprometan con ella y que, sobre todo, la usen.

Proyecto en el Maule y la articulación con empresas locales 

 - Como fundación actualmente desarrollan un trabajo en el  Conjunto Habitacional Mi Casa, en el sector Faustino González de Talca. ¿puede entregarnos detalles al respecto? 

Este proyecto nace a partir de la motivación de sus habitantes, quienes postularon al concurso Refresca Tu Barrio de Cachantún, el cual nos está permitiendo realizar cinco proyectos simultáneos de diseño y construcción participativa de áreas verdes a lo largo de Chile. 

El Conjunto Habitacional Mi Casa fue inaugurado el año 1994, y si bien, en la configuración del loteo, el espacio público no fue diseñado, los vecinos y vecinas iniciaron una recuperación de este espacio plantando vegetación y preocupándose por su mantención. Sin embargo, con el pasar de los años, el barrio comenzó a crecer, el tejido social y la organización comunitaria fueron decayendo, y todas aquellas zonas con mala iluminación, se tornaron peligrosas para los vecinos. Las pocas áreas verdes que existen en el territorio se encuentran en situación de abandono o deterioradas y no cumplen con las condiciones para que los vecinos se puedan reunir y crear vida de barrio. 

Este proyecto tiene un tremendo potencial ya que actualmente se está desarrollando el Programa Quiero Mi Barrio de Faustino González, por lo que trabajaremos en alianza con el equipo a cargo del programa y con el Consejo Vecinal de Desarrollo, permitiendo una recuperación más integral y completa de los espacios públicos. Hoy estamos en la fase de diagnóstico y diseño participativo con la comunidad, adaptando todas nuestras metodologías de participación comunitaria a instancias remotas para lograr construir una plaza que responda a las necesidades y anhelos de los vecinos y vecinas.

- Considerando las caracteristicas de este proyecto, ¿qué crees que sea clave en el proceso de incorporar más áreas verdes en la región?

A raíz del concurso mencionado anteriormente, muchas comunidades de la región del Maule se motivaron y postularon para transformar sus plazas. La articulación con empresas locales puede ser clave para hacer realidad estas necesarias áreas verdes para la región.

En nuestra experiencia, la articulación con empresas interesadas en potenciar los territorios donde trabajan ha sido clave para generar barrios con mejor calidad de vida. Hoy frente a los desafíos pendientes y los nuevos generados por la pandemia, hay una oportunidad de hacer un transformaciones sustanciales en los barrios que necesitan urgentemente espacios seguros para el encuentro con la naturaleza y con otros. Tenemos una oportunidad para generar un impacto en las necesidades actuales pero también pensado en el futuro.